Mientras hace bricolaje, tranquilo en su taller, un barbudo ve desembarcar a un tio tatuado sin camisa. Menos de cinco segundos más tarde, el mecánico empieza a comer sus pezones como un loco. El tatuado es un matón al que le gusta maltratar las putas que se las folla. Así que no duda en pegarle el cráneo, escupir en su cara o darle unas buenas palizas en las nalgas antes de torturar sus tetas. Lejos de quejarse, esta bolsa de mierda de barbudo disfruta cada golpe que recibe. Pronto esta puta se quita sus troncos y pone las manos en el suelo para ofrecer su agujero mojado. Unos dedos, bofetadas buenas y está listo para follar hasta la médula ! Si el principio es un poco áspero, los gruñidos de dolor son reemplazados rápidamente de los rugidos de placer. Acostado sobre una mesa, se deja desmontar como un don nadie recibiendo unas derechas en el pecho a lo largo del camino. Es intenso, es brutal, es bestial, pero es tan bueno ! De repente, el tatuado se retira a expulsar su semen en las bolas y el ano descompuesto de su pequeña puta que puede necesitar un respiro antes de que pueda recoger su trabajo.
